6/4/08

Re: Volante "aprender a leer y escribir" - Maestras ZAP/Argentina

Estimada Marcela:

¿Con quien discuten? ¿Con el Ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires o con la maestra Lidia Nardi? ¿Es una discusión polí­tica o es una metodológica? ¿O es un debate de polí­tica curricular?

Personalmente no me rasgo las vestiduras por lo metodológico. No soy un "paladar negro" ni un guardián que define quién entra y quién queda fuera de ciertos colectivos discursivos de la pedagogí­a. Es más, algunos cenáculos de discurso experto me tienen muy sin cuidado.

La construcción de sociedades letradas donde enormes masas aprendieron a leer y a escribir en la modernidad no se realizó sostenida en ninguna metodologí­a que se arrogaba una verdad cientí­fica. La mayorí­a de nosotros somos lectores y escritores - supuestamente crí­ticos- que aprendimos haciendo palotes y repitiendo "mamá amasa la masa". De descubrimiento, de hipótesis lectoras, de ensayo y error u otras cuestiones por el estilo nuestras maestras, en general, no tení­an la más mí­nima idea. Nos enseñaron a leer y a escribir sin la sofisticación discursiva que porta el constructivismo. A los palotes, si se me permite. Pero aprendimos...

Ahora, percibo cierta arrogancia cuando se utiliza a esta maestra para dar un debate. Están descalificando a una colega que no ha cometido ningún crimen. Lidia Nardi es una maestra experta. Ha desarrollado un saber pedagógico que le confiere una imagen de sí­ misma "exitosa" en relación con su tarea. Lo que narra es el producto de una larga experiencia profesional que le permite evaluar que lo que hace es provechoso para enseñar en los primeros grados. Y, con seguridad, sobre ella se han depositado miles de miradas evaluadoras - alumnos, padres, colegas, directivos - que le permiten afirmar que es una buena maestra. No es una "buena maestra" porque ella se lo dice a sí­ misma. Hay un entorno que la evalúa positivamente. Si fuese de otra manera no se animarí­a a relatar con orgullo en un espacio público su experiencia.

Muchí­simas maestras siguen enseñando como Lidia Nardi. Y muchí­simos niños aprenden a leer y a escribir en esos entornos. Cabrí­a
preguntarse por qué ciertos discursos - curricular en el caso del volante que Uds. presentan - no han hecho mella en la subjetividad y prácticas de muchí­simos docentes. Creo que en cierta arrogancia y desprecio por otras prácticas hay una razón. No la única, por supuesto.

Si debaten con Mariano Nadorowski “ el ministro porteño para el resto de los listeros no argentinos - por favor no utilicen a una colega que no ha hecho nada malo. Por el contrario, ha hecho algo muy bueno como enseñar.

Saludos cordiales,

Gustavo Mórtola
Buenos Aires, (Arg.)

PD: aclaro que no conozco a Lidia Nardi.